El nuevo Mercado del Guinardó forma parte de una gran isla de equipamientos que dibuja un nuevo espacio de encuentro y servicios a disposición de la ciudadanía de este barrio de Barcelona. El nuevo mercado conserva parte de la emblemática torre del viejo edificio, que sirve de identificador visual del lugar. Con la renovación se ha realizado una adecuación de la oferta comercial, de forma que el espacio de venta es compartido por una quincena de paradas que ocupan una superficie de unos 2.000 m2, y un área de autoservicio gestionada por la cadena Carrefour. Se ha potenciado el acceso principal por la nueva plaza abierta de casi 2.000 m2 entre el mercado i el pasaje de Llívia, que da entrada directa a la planta donde están las paradas de los productos no alimentarios.
El grueso de los trabajos efectuados por GARCIA FAURA en este proyecto ha consistido en la fabricación e instalación de más de 1.000 m2 de cerramientos de aluminio con rotura de puente térmico. Unos cerramientos acabados en color negro anodizado mate, visual identificador del proyecto. Los vidrios, de cámara, presentan una capa selectiva para reducir la incidencia solar. El proyecto requirió la necesidad de estudiar los cerramientos individualmente, ya que cada uno de ellos requería una solución de refuerzos de montantes o travesaños, en función de las superficies y cargas de viento.
